¿Qué es el Trastorno Negativista Desafiante?
El TND es un trastorno que implica una desobediencia patológica. Todos los niños desobedecen y se muestran desafiantes en algunas situaciones, pero si estas conductas se presentan de forma reiterada y el niño o niña te desafía a ti y a otras figuras de autoridad frecuentemente y de manera hostil, puede que nos encontremos ante un caso de Trastorno Negativista Desafiante.
Según el Manual Diagnóstico de Trastorno Mentales (DSM-5), la definición del Trastorno Negativista Desafiante (código F91.3) refiere a un patrón de enfado o irritabilidad, de discusiones y una actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses y que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías (enfado/irritabilidad, discusiones y/o actitud desafiante/vengativa) y que se muestra durante la interacción por lo menos con una persona que no sea un hermano.

¿Cuáles son los síntomas de la persona que lo padece?
- A menudo pierde la calma.
- A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
- Con frecuencia está enfadado o resentido.
- Suele discutir con la autoridad o con otros adultos (en el caso de los niños y adolescentes).
- Desafía activamente o rechaza satisfacer las normas o a las peticiones de las figuras de autoridad.
- Molesta a los demás deliberadamente con frecuencia.
- Culpa a los demás por sus errores o mal comportamiento.
- Es rencoroso o vengativo (por lo menos dos veces en los últimos 6 meses). En el caso de los niños de 4 años o menos, el comportamiento debe aparecer casi todos los días.
Los niños con este trastorno suelen presentar muchas dificultades para seguir las normas y los límites. Suelen actuar de forma provocadora y acusan a los demás de sus errores. Además, son personas lábiles que se enfadan con mucha facilidad e intensidad, siendo muy rencorosos.
Este trastorno presenta distintos niveles de gravedad en función de los contextos o entornos en los que se presentan los síntomas.
- Leve: si los síntomas aparecen en un solo entorno (por ejemplo, sólo en casa).
- Moderado: los síntomas aparecen en dos entornos (en casa y en el colegio, por ejemplo).
- Grave: los síntomas aparecen en tres o más entornos (clase, colegio, extraescolares, etc.).
¿Es este trastorno común?
La prevalencia, según el DSM-5, varía del 1 al 11%, la prevalencia media es del 3,3%. En cuanto a diferencia entre sexos, antes de la pubertad es más frecuente en niños, después, la proporción se va equiparando hasta llegar a tasas equivalentes para ambos sexos.

¿Cuándo aparece el trastorno negativista desafiante? ¿Se puede curar?
Se inicia en la infancia, durante los años preescolares, aparece casi siempre antes de los 8 años, y rara vez aparece después de la adolescencia temprana.
La evolución de este trastorno depende de muchos factores, pero con una tratamiento adecuado lo común es que los síntomas disminuyan e incluso lleguen a desaparecer. Sin embargo, sin un buen tratamiento el trastorno puede agravarse, evolucionando así hacia un Trastorno de Conducta (antiguamente llamado Trastorno Disocial, según el DSM-IV), siendo en muchos casos el predecesor de éste. Hay que tener en cuenta que a veces, estos dos trastornos pueden confundirse, pero los estudios apoyan la distinción entre Trastorno Negativista Desafiante y Trastorno de Conducta, pues uno constituye una dimensión psicológica oposicionista agresiva (TND) y el otro refiere a una dimensión más delictiva (TC).
Si el trastorno es persistente durante el desarrollo, tiene implicaciones importantes para la calidad de vida. Las personas que lo padecen presentan conflictos frecuentes con padres, profesores, amigos y compañeros, siendo importante el deterioro emocional, social, académico y laboral. Por lo que es de gran importancia una detección e intervención temprana.
¿El TND puede manifestarse en adultos?
Sí, los síntomas del Trastorno Negativista Desafiante pueden persistir en la adultez, es decir, los adultos también pueden presentar este trastorno. Los síntomas son similares, la diferencia es los entornos en los que se presentan, pues en la adultez los síntomas se pueden manifestar también en el ámbito laboral con conductas desafiantes ante los jefes, u otros contextos como ante la policía u otras figuras de autoridad.
Sin embargo, si los síntomas presentados a partir de los 18 años se han agravado e incluyen conductas delictivas en las que no respetan los derechos básicos de los demás (agresiones, robos, acoso, abuso u otros incumplimientos de la ley), ya no estaríamos hablando de un caso de TND en la adultez, sino que habría que valorar la posible presencia de un Trastorno de Personalidad Antisocial.

Diagnóstico diferencial
Reconocer la diferencia entre un niño con carácter fuerte y con conductas de desobediencia y un niño con Trastorno Negativista Desafiante puede ser difícil, por eso hay que tener en cuenta algunos aspectos para no confundir la sintomatología de éste con otros problemas.
- TDAH: en el TDAH la ruptura de normas es por impulsividad, no por actitud negativista.
- Trastorno de Conducta (o Disocial): el TND implica manifestaciones menos graves que el trastorno de conducta.
- Trastorno de Ansiedad Social: la negativa a hablar en este caso no es por desobediencia, sino por la incapacidad para hablar por temor a una evaluación negativa.
- Comportamientos negativistas típicos de ciertas etapas del desarrollo: en algunas etapas del desarrollo los niños pueden presentar conductas negativistas, por lo que hay que tener en cuenta la etapa de desarrollo en la que se encuentra. Por ejemplo, si la aparición de los comportamientos negativistas se dan en la adolescencia puede deberse al proceso de individualización normal.
¿Cómo actuar ante un caso de TND?
Si has identificado algunos de los síntomas mencionados anteriormente, lo mejor es que acudas a un especialista de la psicología infantil para poder valorar si nos encontramos ante un caso clínico de TND, si tiene otros trastornos asociados y así poder llevar a cabo una terapia personalizada.
¿Cómo tratar el trastorno negativista desafiante?
Hay que tener en cuenta que el tratamiento, además de una terapia con el niño o niña por parte del profesional de la salud, incluye también pautas orientativas a los padres o tutores, con la finalidad de ayudar a gestionar estas conductas negativistas y desafiantes.
Aquí os dejamos algunas técnicas y pautas para padres:
- Intenta establecer unos hábitos y un ambiente organizado y tranquilo.
- Marca unos límites e intenta mantenerte firme a lo establecido.
- Intenta dar las órdenes e instrucciones de forma clara y sencilla, mirándole a los ojos.
- Ayúdale a reconocer e identificar las emociones propias y las de los demás.
- Ayúdale a reflexionar cuáles son las posibles soluciones ante un problema.
- Crea un espacio donde pueda tranquilizarse.
- Actúa como ejemplo, sé su modelo a seguir.
- Refuerza las conductas positivas de tu hijo o hija, por pequeñas que sean.
- Permite que lleve a cabo actividades que le gusten, siempre de manera organizada.
Estas son algunas de las pautas y actividades a trabajar con niños que te pueden servir para acompañar su tratamiento individual. Sin embargo, se recomienda acudir a un especialista para que lleve a cabo una terapia personalizada con las dinámicas para niños adecuadas y pueda darte una pautas específicas y personalizadas para tu caso.