¿Cuál es la definición de Dispraxia?

La dispraxia es un término que se utiliza para definir un trastorno de tipo psicomotriz, es decir, afecta a la movilidad y la coordinación de algunos músculos o conjunto de los mismos que dificultan la realización de ciertas tareas tales como abrocharse un botón, ir con patines, incluso escribir. Es también llamado el “síndrome del niño torpe”, ya que el perfil que muestran es el de movimientos lentos que realizan con cierta torpeza aunque sean muy simples.

¿Cuál es el origen de la Dispraxia?

No se conoce una causa clara que determine este trastorno. Sin embargo, sí se relaciona con algunas características tales como partos prematuros, consumo de alcohol o drogas durante la gestación y antecedentes familiares. Es decir, está relacionada con un daño neurológico durante el desarrollo embrionario.

Dispraxia verbal

Tipos de Dispraxia

Existen diferentes tipos de dispraxia:

  • Ideomotora: al niño le cuesta hacer actividades simples conformadas por un único paso, cómo peinarse, ya que desde que agarran el objeto hasta que piensan en la acción que éste debe realizar hay una ausencia de pensamiento entre ambas acciones.
  • Ideatoria: el niño muestra dificultades para realizar actividades que comprenden varias tareas simples para realizar uno de mayor complejidad, como puede ser atarse los cordones de las zapatillas.
  • Oromotora: el niño presenta esta afectación en los músculos encargados de la fonación y articulación, por tanto, el habla queda afectada. Se podría denominar también “dispraxia verbal” como veremos más adelante.
  • Constructiva: la habilidad afectada en este caso es la de comprender y adaptar las relaciones de tipo espacial, como por ejemplo poner unos objetos en determinada disposición en el espacio.

¿Qué es la Dispraxia Verbal?

“Dispraxia verbal” o “apraxia verbal del desarrollo” se trata de un trastorno específico del desarrollo del lenguaje. Los niños que presentan este trastorno se caracterizan por presentar un habla ininteligible, es decir, no se les entiende muy bien cuando hablan. Sin embargo, sus gestos y expresiones muestran que sí quieren comunicarse.

Esta inteligibilidad no se debe a dificultades estructurales ni a daños neurológicos en los mecanismos orales.
Esto ocurre porque, para hablar, una orden debe ir desde nuestro cerebro hasta nuestra boca. Esta orden le dice a los músculos cómo y cuándo moverse para hacer determinados sonidos. Cuando un niño presenta este trastorno, las órdenes no llegan correctamente. Por tanto, es probable que el niño no pueda mover sus labios o su lengua de forma adecuada, a pesar de que sus músculos no sean débiles. A veces, el niño no será capaz de decir demasiadas cosas.
Un niño que presenta dispraxia verbal sabe lo que quiere decir, pero el problema radica en que su cerebro no sabe organizar los movimientos de su boca y sus músculos para realizarlo.

Aunque a veces se utilice el término “apraxia verbal del desarrollo”, este no es totalmente correcto, ya que la dispraxia verbal no es un problema que los niños superan a medida que van creciendo, sino que estos niños no aprenderán los sonidos del habla en el orden normal y no progresará sin un tratamiento específico. Sí es cierto que, a pesar de que requiere mucho trabajo, el habla del niño puede mejorar mucho.
La prevalencia de este trastorno es del 5% 1-2 por cada mil habitantes.

Signos de la Dispraxia Verbal:

  • No siempre dicen las palabras de la misma forma.
  • Tiende a enfatizar la sílaba tónica errónea.
  • Distorsiona los sonidos.
  • Las palabras cortas son más claras que las largas.
  • Dificultades con la motricidad fina.
  • Retraso del lenguaje.
  • Dificultades con la lectura, la ortografía y la escritura.
Dispraxia terapias conjuntas

¿Existe la Dispraxia en adultos?

Como hemos mencionado anteriormente, la dispraxia verbal no se disipa con el desarrollo del niño, sino que persiste en el tiempo. Por tanto, es importante realizar una intervención temprana para que estas dificultades puedan ser aprendidas y compensadas con otras formas de coordinación para el habla.

Diferencia entre Apraxia y Dispraxia

En el DSM 5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) este trastorno está catalogado como “dispraxia verbal”. Sin embargo, el término “apraxia del habla infantil” proviene de la traducción de las siglas en inglés “CAS” (Childhood apraxia of speech) según la ASHA (American Speech-Language-Hearing Association).
Actualmente, no es considerado un diagnóstico oficial como tal, sin embargo, ambos conceptos se refieren a las mismas dificultades.

Comorbilidad con otros trastornos

La dispraxia verbal o apraxia del habla infantil puede darse junto a otros trastornos tales como el TEA (Trastorno del Espectro Autista), el Síndrome de X Frágil, epilepsia o algunas otras condiciones que implican duplicaciones o supresiones en los cromosomas.

Equipo profesionales intervención Dispraxia

¿Qué profesional se encarga de la intervención en Dispraxia?

La intervención en dispraxia debe ser una combinación de terapias conjuntas. Debido a que existen numerosos tipos de dispraxia es importante identificar cuáles son las dificultades que presenta la persona en concreto y realizar un plan de tratamiento adaptado e individualizado. Los profesionales que pueden ayudar a una persona con dispraxia son:

  • Fisioterapeuta: para hacer frente a las dificultades de tipo motor que implican la coordinación de movimientos.
  • Logopeda: para tratar las dificultades articulatorias con respecto al habla o a la musculatura orofacial.
  • Terapeuta Ocupacional: para estimular las capacidades de la persona para realizar actividades de la vida cotidiana que le otorguen cierta independencia.

¿Qué podemos hacer en casa?

Existen determinadas actividades que podemos realizar en casa para estimular las dificultades causadas por la dispraxia, aparte de una intervención adecuada e individualizada a cada persona. Algunas de ellas son:

  • Realizar juegos con plastilina, slime o cualquier tipo de material que permita moldear para recrear diferentes objetos (comida, letras, etc). Esto ayuda con la coordinación de los dedos.
  • Actividades con música para trabajar los movimientos de un baile mediante el ritmo de una canción.
  • Elaborar puzzles (de menor a mayor complejidad) o juegos de construcciones.
  • Crear circuitos con objetos cotidianos, como cojines, zapatos, cuerdas, etc. El objetivo es esquivar los objetos, aunque sea despacio (se valora más la destreza que la rapidez).
  • Hacer juegos que impliquen realizar la pinza manual (la necesaria para más tarde escribir), como colgar la ropa en el tendedero con las pinzas.
  • Realizar actividades de la vida cotidiana que impliquen la coordinación de movimientos como hacer la cama o doblar los calcetines.
  • Jugar con pompas de jabón para estimular la coordinación mano-ojo.
  • Balancearse en un columpio para aprender el movimiento y el equilibrio necesarios.
  • Hacer manualidades que impliquen recortar dibujos de revistas, por ejemplo, para reforzar las habilidades motoras finas.
Famosos con Dispraxia

Famosos con Dispraxia

Algunas celebridades como Daniel Radcliffe o Cara Delevigne presentan este trastorno. Daniel Radcliffe, más conocido por su papel como “Harry Potter”, anunció en 2008 que presenta dispraxia, aunque su caso no es grave. De hecho, él mismo comentó que uno de los motivos para ser actor fue por la dispraxia, ya que su madre, en un intento de que su autoestima se incrementase, lo apuntó a un casting para una miniserie. Algunos de los síntomas que presenta Radcliffe son dificultades en la escritura y para abrocharse los cordones de los zapatos. Sin embargo, tiene su dispraxia tan bajo control que apenas se nota, lo que hace realmente notable su esfuerzo ante la adversidad con este trastorno.

Cara Delevigne, famosa modelo y actriz, anunció en 2015 para la revista “Vogue” que padecía dispraxia y que, al igual que Radcliffe, también se introdujo en las artes escénicas y en el modelaje debido a su trastorno. Tras obtener numerosos fracasos en el colegio, muchos de ellos relacionados con la escritura, se apuntó a una escuela de arte.

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